Cuando las venas de las piernas adquieren una morfología retorcida, adquieren un color azul oscuro y se hinchan, es que empezamos a hablar de varices. Al tratarse de una enfermedad degenerativa, solo podemos esperar un empeoramiento de su apariencia y de sus síntomas conforme pasa el tiempo.
El principal problema que generan las varices es el de resultar altamente antiestéticas. A su vez, generan molestias, tales como dolor en las piernas, sensación de pesadez, ardor, calambres e hinchazón en los tobillos y en los pies.
Los tratamientos para las varices varían desde los fármacos hasta la cirugía. Solo los más drásticos logran eliminar las varices, mientras que los más suaves son paliativos, por lo que solo cumplen con la finalidad de aliviar la sintomatología asociada a la enfermedad.
Tratamientos con fármacos para las varices
- Fármacos que aumentan el tono venoso: las paredes de las venas varicosas se encuentra debilitada por causa de la presión que ejerce la sangre dentro de estas, de modo que se dilatan. Los fármacos cumplen con la función de tonificar las paredes venosas y de reducir el exceso de plasma, agua y proteínas en el tejido circundante de los vasos. Por lo tanto previenen la formación de edemas. Tales fármacos son:
- Extracto de Ginkgo biloba
- Extracto de centella asiática
- Extracto de castaño de indias
- Escina
- Flavonoides
- Anticoagulantes de uso tópico: impiden que se formen trombos, lo que mejora la circulación sanguínea y elimina la acumulación de glóbulos rojos en los tejidos. Dichos fármacos son:
- Analgésicos
- Antibióticos
- Antiinflamatorios
- Anticoagulantes
- Corticoides
- Cicatrizantes
Tratamientos para tratar las varices con cirugía
- Stipping: es el método tradicional y consiste en extirpar las venas varicosas mediante dos ligaduras que se llevan a cabo en los extremos. Se realiza con anestesia general y requiere de un postoperatorio largo y doloroso. Los resultados estéticos no son los ideales, ya que deja hematomas y existe una tendencia a que aparezcan más varices en el futuro.
- Microcirugía: solo se eliminan las zonas afectadas mediante incisiones muy precisas y mínimas. Se lleva a cabo con anestesia local y es ambulatoria. Proporciona buenos resultados estéticos porque se quitan solo las partes dañadas y se conservan las sanas para dejar abierta la posibilidad de realizar un by pass en el futuro.
- Escleroterapia: este tratamiento consiste en producir la esclerosis de las paredes de las venas afectadas. Esto se logra generando una irritación en sus paredes. De esta forma, la vena se seca y se cicatriza sin presencia de sangre en su interior. Su principal desventaja es que, si no se llega a un punto de esclerosis total, la vena puede volver a activarse en el futuro.
