Liposucción, la solución para la eliminación de los depósitos de grasa
La liposucción, también conocida como lipoescultura, es una intervención de cirugía estética, para eliminar las acumulaciones localizadas de grasa —barriga, cartucheras, rodillas, abdomen, cintura, nalgas, espalda, pechos, mejillas o barbilla— y remodelar nuestra figura. No se trata solo de eliminar grasa, sino de equilibrar la figura.
No todas las liposucciones son iguales, porque no todos los pacientes lo son. Por eso se aplicará, a cada paciente un tipo de anestesia en función de la extensión de la liposucción que se va a realizar y también de la zona. Habrá liposucciones que se hagan con anestesia local más sedación y otras con epidural o anestesia general. Además, ante cualquier intervención se realiza un estudio médico inicial.
En la actualidad, una liposucción no deja cicatrices visibles, puesto que las cánulas que se utilizan son muy pequeñas y las incisiones diminutas.
Las personas que obtienen mejores resultados son las que tienen las acumulaciones de grasa en zonas más localizadas, pero, principalmente las que tienen una piel con buena elasticidad, ya que permite una mejor readaptación al nuevo contorno del cuerpo. Por el contrario, si nuestra piel está estriada o es poco elástica, el resultado será peor. De ahí la importancia de un estudio inicial..
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Conseguir resultados permanentes
Es necesario tener en cuenta que la liposucción no es un tratamiento contra la obesidad, por lo que no sustituye ni a la dieta ni al ejercicio.
La finalidad de la liposucción es la de eliminar la grasa que no desaparece con el ejercicio ni la dieta.
Pero es necesario tener claro que, si queremos que los resultados de una liposucción sean permanentes y que el paciente no vuelva a acumular grasa con el paso de los meses, se hace necesario contar con una dieta adecuada y el ejercicio físico regular. De esta forma, aunque el paciente gane peso, lo hará de manera general y no en zonas localizadas.
En los primeros momentos el paciente deberá llevar una faja de compresión que ayuda a que la piel vuelva a su sitio. Deberá llevarla durante un mes y durante este tiempo deberá evitar esfuerzos y ejercicios bruscos, pero deberá moverse y pasear con el fin de fomentar la circulación linfática y venosa, activando la circulación y evitando hinchazones.
Pasado el primer mes recomendamos comenzar, poco a poco, a realizar alguna actividad deportiva, pese a que debemos seguir llevando una malla elástica que transpire.
Cuidar la alimentación
Tras la cirugía la alimentación debe ser adecuada, pero, sobre todo, debes realizarse un importante consumo de agua. Es conveniente que los pacientes readapten su dieta tras la operación, especialmente en el caso de que con anterioridad a la misma no estuviesen teniendo una dieta sana.
Aconsejamos llevar una dieta variada y equilibrada, amplia y rica en nutrientes. Una buena alimentación junto con la actividad deportiva, es lo que puede permitir al paciente mantener la figura y que la piel se adapte de la mejor forma.
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